La red eléctrica de Estados Unidos está sometida a una gran presión ante la explosiva demanda de colosales centros de datos impulsados por la IA. Según un informe de JLL, las tasas de desocupación de centros de datos han alcanzado un mínimo histórico del 2,3%, ya que las instalaciones requieren ahora energía a escalas equivalentes a ciudades enteras. Los centros de hiperescala demandan gigavatios de electricidad y miles de hectáreas, abrumando los sistemas de servicios públicos con aplicaciones especulativas. El norte de Virginia y Dallas concentran el 50% de la nueva demanda, mientras los promotores se apresuran a reservar capacidad para instalaciones no construidas. Las predicciones apuntan a 1 billón de dólares en desarrollo de centros de datos en Norteamérica entre 2025 y 2030.