Una investigación pionera dirigida por Yong Chen en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania podría revolucionar el diagnóstico y el tratamiento de la salud mental. El trabajo de Chen se centra en una inteligencia artificial que podría detectar enfermedades mentales -como la demencia y la depresión- años antes de que se manifiesten por completo. La IA, que incorpora datos biométricos, psicométricos y de dispositivos inteligentes, pretende revolucionar el diagnóstico precoz y los tratamientos personalizados. Aunque aún se encuentra en fase de investigación, se espera que en dos años pueda aportar información útil, aunque deberá hacer frente a problemas como la privacidad y la variabilidad de los datos. Estas herramientas prometen remodelar la atención a la salud mental, pero siguen existiendo obstáculos normativos y técnicos.