China ha acusado a Nvidia de incrustar una puerta trasera en su chip H20, lo que ha avivado las tensiones entre Pekín y EE.UU. La Administración del Ciberespacio de China afirma que el chip contiene funciones de rastreo de localización y apagado remoto, lo que plantea importantes problemas de seguridad nacional. Estas acusaciones surgen justo cuando Nvidia reanuda las exportaciones del H20 a China, tras el levantamiento temporal de las restricciones estadounidenses. Sin embargo, los detalles de las acusaciones siguen siendo imprecisos. Nvidia aún no se ha pronunciado al respecto. Mientras tanto, China está impulsando activamente su producción nacional de chips de IA, reduciendo la dependencia de fabricantes extranjeros. Los legisladores estadounidenses están divididos sobre la reanudación de las ventas de H20, temiendo riesgos para la seguridad nacional. Este conflicto tecnológico de alto riesgo pone de relieve el creciente escrutinio sobre los controles de exportación y las cadenas de suministro de chips estratégicos.