Una coalición de las principales agencias de ciberseguridad, incluidas la NSA, el FBI y la CISA, ha presentado nuevas directrices para combatir las amenazas emergentes a los sistemas de IA. Las directrices advierten de riesgos como el envenenamiento de datos, los fallos en la cadena de suministro y la desviación de datos, que podrían poner en peligro los sistemas de IA. Insta a las organizaciones a aplicar medidas de seguridad en todas las fases del ciclo de vida de la IA: planificación, recopilación de datos, creación de modelos y supervisión operativa. Entre las principales recomendaciones figuran la verificación de los conjuntos de datos de terceros, el uso de protocolos de ingestión seguros y la auditoría periódica del comportamiento del sistema. La guía hace hincapié en la prevención del envenenamiento de modelos y en el seguimiento de la integridad de los datos. Se anima a las organizaciones a revisar sus planes de respuesta a incidentes, auditar los proyectos en curso y crear equipos interfuncionales. A medida que los modelos de IA se convierten en parte integrante de las infraestructuras críticas, es esencial una sólida seguridad de los datos.